El capitán Gonzalo Scillia, un oficial del ejército argentino, se encuentra desde hace cinco meses en la base Miguel de Cervantes, ubicada en Marjayoun, Líbano, participando en una misión de paz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano, UNIFIL por sus siglas en inglés.
El joven de 36 años y oriundo de Córdoba, se encuentra a unos 10 km de la frontera con Israel, en una misión cuyo objetivo es monitorizar el cese de hostilidades entre ambos países y para contribuir al acceso humanitario de la población.
En diálogo con La Mesa de Café, Scillia, compartió su experiencia en un contexto marcado por tensiones en la región, especialmente con los recientes conflictos en Gaza e Israel. Pese a ello, aseguró que “los argentinos están en bases bastante alejadas de la frontera y de las actividades que se están llevando a cabo”.
"Naciones Unidas siempre toma todas las medidas de seguridad para que lo primero sea el resguardo de la gente y de todo su personal”, destacó.
La misión de los Cascos Azules, a la que pertenece Scillia, se centra en restaurar la seguridad tras un conflicto. “Es un componente principalmente militar que busca llevar una situación de conflicto a una situación de paz y de seguridad”, detalló. En contraste, los Cascos Blancos se dedican exclusivamente a la ayuda humanitaria.
Scillia junto al equipo de Cascos Azules (Foto: Gentileza Gonzalo Scillia).
En cuanto a su rutina diaria, el capitán comentó: “Mis días son bastante largos porque hago turnos de entre doce y trece horas. Ya han pasado cinco meses desde que he llegado acá y ya entramos en rutina”.
A pesar de la distancia, Scillia se mantiene conectado con su familia, está casado y es padre de un niño: “Me apoyo mucho en la familia, en los amigos, también en la religión”.
Sobre su experiencia integrando un contingente internacional, afirmó que “lo que siempre prima es el buen trato, la camaradería y un sentido de querer cumplir con las actividades a las que uno fue encomendado”. Esto incluye trabajar con soldados de diversas nacionalidades, incluyendo españoles, indios, nepalíes y brasileños.
El capitán Scillia también reflexionó sobre la posibilidad de enfrentar situaciones de combate: “Naciones Unidas solo interviene cuando corre peligro la vida o la integridad del contingente”. Sin embargo, enfatizó que se toman “medidas de seguridad extremas para el reguardo de todo el personal”.
Finalmente, compartió su historia personal, recordando su infancia en Villa Rivera Indarte y su formación en el Instituto Hogar la Inmaculada. “Siempre tengo los mejores recuerdos de mi barrio”, expresó, agradeciendo a su familia y a las Fuerzas Armadas por la oportunidad de servir en una misión tan significativa.
Entrevista de Miguel Clariá y Chema Forte.