La industria de la leche atraviesa por estos días una severa crisis, agudizada a partir de la implementación de un "dólar maíz" y la caída de los precios de la leche a nivel internacional. En un contexto donde cierran tambos y fábricas del sector agropecuario, lamentablemente este fue el turno del tambo de Gabriela Coggiola.
Gabriela tenía su establecimiento en Colonia Prosperidad, una localidad pequeña ubicada a 208 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba. La productora decidió dar por finalizada la actividad del tambo luego de una larga historia familiar. La noticia se conoció a partir de una tristísima publicación de la propietaria en las redes sociales.
"TAMBO......Hoy se apagaron las luces, los motores que se veían a lo lejos de otro tambo Argentino. Fue iniciado por mis abuelos, luego mi papá y ahora lo seguia yo", arrancó el comunicado de Gabriela en Instagram. "Se cerró una etapa de mi vida, con mucho dolor, tristeza, bronca, angustia, porque era una empresa familiar y siempre poniendo hasta lo que no teníamos. Los cambios son muy duros", continúa.
En comunicación con La Mesa de Café, Coggiola explicó que siempre se dedicaron a sembrar para el tambo. "Nos inculcaron el tambo, mi papá me venía a buscar para ir al colegio y le decía que quería ir al campo. Me crié con la cultura del trabajo sin pedir nada y apostando a que el campo crezca", recordó.
Describió que lo vivido en el último tiempo fue un cuello de botella. "No quise seguir endeudándome o tener que vender tierras, algo que mi papá jamás quiso. Me falta todo el maíz para este año para las vacas y no puedo seguir endeudándome. Hasta acá llegué, con un dolor en el alma. Quien no vive en el campo no entiende como uno se encariña con los animales".
"Cuando encendemos los motores, las vacas llegaban en horario y esperaban. Conocían hasta quiénes las iban a buscar. Tienen ese sentimiento hacia el ser humano y las demuestran todo el tiempo", expuso la productora.
También dijo en La Mesa de Café que su familia se dedicó a su tambo, que hubo un gran equipo de trabajo y que no es fácil encontrar tamberos. "Empezó mi abuelo, mi tío y mi papá. Luego nos fuimos dividiendo en áreas. Yo tenía sola este tambo hace 10 años y fue una lucha constante. Me llamaban los bancos y no tenía dinero. Era todos los días poner plata de otra empresa en la que trabajo para no cerrar el tambo".
Foto: gentileza.
Recordó que su papá le pidió que el tambo siempre lo tuviera abierto porque decía que "siempre entraba un pesito. La idea ahora es ofrecer servicios, pero no es lo mismo".
En esa línea, describió lo duro que fue ver el momento en que las vacas se iban del tambo para mudarse a otro lugar. "Fue muy doloroso cerrar y ver cuando la última vaca no se quería ir. Yo estaba desconsolada, todo el tiempo me preguntaba si habíamos hecho bien. Me aseguraron que todas las vacas se van a ir a un campo excelente", dijo Gabriela.
Y añadió: "Me duele porque van a seguir cerrando tambos que no se pueden sostener. Se van a perder muchas fuentes de trabajo también. Estamos en una época de planes sociales y no se resguarda el empleo. Nos cachetean de todos lados con la inestabilidad económica".
Lamentó que, por la crisis económica, todos los días se cierre un tambo o una fábrica. "Es muy triste. En el medio, todos seguimos luchando. Todos los insumos tienen un precio dólar y nosotros ganamos en pesos. Un litro de leche cuesta $550 y a mí me pagan $150. No se puede producir de esa manera. Me preocupa eso y la fuente laboral. Es desesperante. No pudimos tener la fuerza para seguir invirtiendo".
Por último, sugirió que lo que está ocurriendo con la actividad agropecuaria es algo que debería aprenderse en la escuela. "La cultura del trabajo no se aprende solamente en casa. Cuando salen los chicos del secundario o la universidad, tienen que saber que hay que trabajar y que nada viene de arriba. Vamos de un extremo a otro", finalizó.
Foto: gentileza.
La carta completa de Gabriela
TAMBO......Hoy se apagaron las luces, los motores que se veían a lo lejos de otro tambo Argentino. Fue iniciado por mis abuelos, luego mi papá y ahora lo seguia yo ....
Recuerdo a mis 6años que le llevaba el matecocido a mi papá, me gustaba curar a los terneros con el curabichera, íbamos en tractor a recorrer los lotes y así tambien me perdió del tractor me caí jajaja, y así, muchas anécdotas de familia...
Se cerró una etapa de mi vida, con mucho dolor , tristeza,.bronca, angustia, porque era una empresa familiar y siempre poniendo hasta lo que no teníamos.
Los cambios son muy duros.
Ya no sonará más el teléfono, donde el banco me avise del descubierto .
Ya no sonará el teléfono cuando el tambero me diga a las 4am, no me anda el motor, no tengo luz, no me funciona la electro bomba, se cayo el camión de la leche a la cuneta, y no tengo tractor, no tiene nitrógeno el tacho del semen y no se que paso y asi muchas cosas, etc ...
Se que fueron cuestiones externas a nosotros que no dejaron, que no permitieron que la empresa pueda crecer y que las cosas sean mejor , las cuotas de la mala suerte, la inestabilidad económica del país, nos cachetearon de todos lados. No tuvimos la fuerza económica, para poder invertir y poder hacer nuevos cambios ...
Hoy estamos de duelo, fue desconsolador el llanto cuando se alejaban los camiones ..
Solo me queda agradecerles a las vaquitas mis amores, todo lo que nos dieron...
Y pedirle a mi papá perdón ?? porque no supe como manejar semejante empresa y se el dolor que tiene él, porque acá hubo mucha pasión, amor, compromiso, cansancio, noches sin dormir, inundaciones, de todo vivió mi viejo.
Gracias a todos los que nos acompañaron y ayudaron en esta etapa,.no siendo fácil, pusieron todo su maravilloso talento y luz propia, para sobrevivir pero no alcanzo ??
Gracias y ahora a reconvertinos.
La vida nos enseña que nos podemos tropezar, pero siempre asumiendo nuevos desafíos..
Consultar por las herramientas del tambo al 3564/609057. Desde ya muchas gracias.
Entrevista de Miguel Clariá.