"La decisión de la jueza es sospechosa", dijo un vecino

Este jueves, comenzaron las restricciones operativas en el aeropuerto de El Palomar luego de que la jueza federal Martina Forns las ratificara y rechazara un nuevo estudio de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) sobre el ruido de aviones.

En este contexto, los vecinos de la ciudad se autoconvocaron a la puerta del aeropuerto para manifestarse en contra del fallo judicial y pedir que se levantaran las restricciones horarias.

En este contexto, Miguel Clariá dialogó con Daniel Petrini, pastor de la iglesia Ciudad de Dios que hace más de 73 años que funciona en dicha ciudad quien catalogó al accionar de la jueza como "sospechoso".

"Es realmente incomprensible porque desde la llegada de estas dos aerolíneas (en referencia a FlyBondi y JetSmart) a El Palomar han generado unos 800 puestos de trabajo y eso es muy bueno. Y no es solo aquí, sino que en todo el país. Creo que ante la crisis que estamos viviendo, poner trabas a las familias que quedan sin trabajo es una decisión sospechosa y trae preocupación", dijo.

A través de esta decisión judicial, se prohibió la circulación de aviones desde y hacia ese aeropuerto entre las 22 y las 7. Además, se suspendieron cinco rutas y se disminuyó la frecuencia de algunas otras.

"Toda la gente del horario de la noche quedó desafectada de su trabajo. Realmente es una decisión que nos preocupa porque no podemos entender bien la decisión que tomó la jueza. Es muy raro que una sola persona presente una nota y provoque esta restricción cuando un 80% de la población de El Palomar está de acuerdo con el funcionamiento", expresó.

Según el pastor, los vecinos de El Palomar invirtieron dinero en mejorar sus negocios y mejorar sus hospedajes para recibir a todos los turistas -principalmente del interior- que llegan hasta allí.

"El aeropuerto ha pasado a ser una bendición. Los vecinos han invertido para condicionar la ciudad y para prestar servicios a ese grupo de pasajeros del interior y de Chile, Paraguay que pasan por ahí".

La iglesia Ciudad de Dios se fundó hace 73 años en el lugar y cuando llegaron, el aeropuerto ya estaba funcionando. "La Fuerza Aérea empezó a usar el lugar en 1945", dijo.

Y agregó: "Es incomprensible la decisión. Nosotros decimos que nuestra ciudad es de Dios porque quiere beneficiar al pasajero que viene. Vienen del interior no sólo para hacer turismo, sino también para hacer tratamientos. El Palomar pasó a ser un beneficio económico para acercarse a la Capital y por eso no podemos comprender que una persona haya paralizado esto".

Finalmente, hizo hincapié en que esta decisión sienta jurisprudencia y que "otra persona que viva cerca de Aeroparque puede decir que los ruidos le molestan y pedir que los paren".

Entrevista de Miguel Clariá.