Daniel Verón cumplió sus 21 años en la guerra de Malvinas, ese día además de recibir un telegrama de sus padres que decía “Feliz Cumple. Todo bien”, le entregaron una de las tantas cartas –que escribieron los niños de las escuelas– destinadas “A los soldados argentinos” que le cambió la vida.
La misiva fue escrita por María Gabriela Suárez, que en aquel entonces vivía en Villa Cacique y tenía 11 años.
“Me contaba que vivía en un pueblo chiquito y en el final me decía que a pesar de que sabía que las Malvinas son argentinas por la distancia nunca iba a llegar a conocerlas”, relató Verón y detalló que en la despedida decía “todos los días rezo por ustedes”.
Según contó el ex combatiente a Cadenarme 3, conectó tanto con aquellas palabras –a raíz de las circunstancias en las que se encontraba– que le dieron fortalezas y ganas de contestarle.
“Yo jamás pensé que iba a volver de ese lugar. Cuando ella recibió mi carta salió corriendo a contarle a sus papás que le había contestado un soldado argentino”, reveló.
“Los padres de María Gabriela eran gente muy sensible y después de esa carta no querían saber si me había pasado algo, pero uno de los vecinos apareció en esto, la familia Tomasi les sacó mis datos y me volvieron a escribir”, apuntó.
Al terminar la Guerra, Verón permaneció prisionero cinco días y al ser liberado le entregaron la carta de la familia Tomasi, quienes le adjuntaban su teléfono y se ponían a disposición de lo que necesite.
En marzo de 1982, Daniel entró a trabajar en Entel, en la localidad de Ituzaingó. Desde allí pidió permiso para comunicarse con la familia Tomasi y tras presentarse y saludarlos por las Pascuas, lo invitaron a pasar Semana Santa en Villa Cacique.
“Me invitaron a conocerlos. La posguerra, lo mejor que me dio fue conocer a estas familias. Viajé a Villa Cacique y conocí a María Gabriela que vivía al frente de los Tomasi. Con estas dos familias pasé una Semana Santa muy diferente”, recordó emocionado.
“Me quedé a dormir en la casa de María Gabriela y cuando desperté su papá me esperaba con un huevo de pascua y un café con leche. Imagínense”, relató.
“Hoy somos amigos, vecinos, hermanos de la vida, la familia Tomasi son padres de mi corazón y vivo a dos cuadras de las dos familias en Villa Cacique. Soy divorciado, con dos hijas y hace 25 años que vivo ahí con mi pareja”, expresó.
Daniel y María Gabriela. (Foto: La Nación)
En cada fecha que recuerda a los héroes de Malvinas, Daniel y María Gabriela van a las escuelas a contar su historia y mostrar la carta que él le escribió desde una trinchera en Puerto Argentino, en plena batalla.
“Está muy bueno poder contarle esto a nuestros chicos”, cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.
