Mirtha Azcurra tiene 39 años, es oyente de Cadena 3 y envió un mensaje a la radio contando que aunque es empleada doméstica, cobra la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar para lograr sumar unos 75 mil pesos al mes.
"Mi trabajo arranca a las 6 de la mañana hasta las 15 y otros días hasta las 18. A mí me da hasta vergüenza cobrar planes pero sino no me alcanza", comentó. Al mismo tiempo contó que estudia para terminar el secundario porque quiere tener otra salida laboral posible.
"Estoy haciendo el secundario de adultos de la noche, estoy en el segundo año del Cenma de Río Cuarto. Quería buscar una salida a lo que estoy haciendo, buscar un futuro mejor para mí, para mis hijos. Me levanto a las 5.30 y a las 6 trato de estar en mi primer trabajo para que me alcance el día para estudiar para estar en mi casa, para ser mamá", contó en diálogo con Radioinforme 3.
Mirtha asegura que su historia se parece a la de un montón de argentinos. "Yo como soy empleada doméstica cobro la Asignación Universal por Hijo y porque tengo una hija de 14 años tengo una Tarjeta Alimentar, que es un plan social. Da vergüenza cuando preguntan decir que lo cobras, pero es lo que a uno le toca por el trabajo que uno tiene y porque el salario no alcanza", señaló.
"Yo estoy en blanco, pero estoy en un montón de lugares, ando por toda la ciudad de Río Cuarto y recorro hasta tres casas por día, pero como el trabajo de empleada doméstica tiene baja categoría cobro todas las asignaciones y planes, y para cobrar la AUH tuve que presentar el certificado de escolaridad de mi hija y el de vacunación", precisó.
Para Mirtha esta exigencia es indispensable y opinó que tendrían que quitarle la asignación y planes a un montón de gente que está en las marchas con sus hijos, cuando son niños que deberían estar estudiando.
Mirtha nació en Mendoza y llegó a Río Cuarto hace doce años. Ha trabajado toda su vida, de niña trabajaba en su provincia en los parrales. "Mi adolescencia me la pasaba cosechando y mis vacaciones eran esas. Tuve que elegir si el estudio o trabajar", agregó.
Ahora se anotó en un curso de capacitación de una ONG para conocer más sobre las agroindustrias con la esperanza de tener una mejor estabilidad económica.
"Un trabajo no es ser menos que otra persona, cada quien tiene su trabajo y soy igual de honrada que un médico que una enfermera, que cualquier otro trabajo", reflexionó.
"Hay mucha gente que piensa como esa chica que salió en los medios y dijo que quiere vivir de los planes. Yo podría, pero si la visto en el roperito de la iglesia y la mando a comer al comedor, y podría vivir, pero ese pensamiento lamentablemente lo tiene un montón de gente. A mí hay veces que dos o tres veces a la semana me sale otro trabajito y gente que me dice 'me recomendaron para que vengas a mi casa', pero no tengo más lugar y no me da más el cuerpo para trabajar tantas horas. Trabajo hay", cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.
