La auditoría, según explicó a Radioinforme 3 Jesús Rodríguez, lleva adelante dos informes: por un lado, investiga los contratos de las vacunas, resueltos tras una ley que el Congreso sancionó para facultar al Ejecutivo a comprar vacunas.
“Tenemos el deber de confidencialidad”, aclaró el auditor general, aunque detalló algunas generalidades: “Argentina firmó cinco contratos, por tres tipos distintos de vacunas, algunas repetidas en distintos contratos, para adquirir 50 millones de dosis, por un monto total de 380 millones de dólares, lo que da un precio promedio de 8 dólares la dosis”, explicó.
En palabras de Rodríguez, “de esos contratos, hasta el momento se recibió alrededor del 25% de las dosis y se pagó el 55% del total fijado”.
La investigación, entonces, tiene que ver en parte con “esta asimetría entre dosis compradas y dosis recibidas, relacionada con circunstancias que deberán ser explicadas, si corresponde”.
“El segundo de los trabajos, tiene que ver con el plan de vacunación que el Poder Ejecutivo dictó a principio de año y discute los criterios por los cuales fueron distribuidas las vacunas”, explicó.
Y detalló que “no es lo mismo hacer esta distribución en función del personal estratégico que en función de la distribución de la población”.
Sin embargo, apuntó a que, más allá de todo, “hay un punto aquí, que discutimos con sensibilidad y ansiedad, porque ni la vacunación ni los testeos fueron efectivos y esto complica tanto la situación interna como internacional”.
“Es imposible de entender por qué no ha sido explicado que la Argentina no tomara la posibilidad de adquirir 14 millones del fondo Covax. Un funcionario dijo que, resultado de un análisis de costo y riesgo de oportunidad, se decidió no adquirirlas, lo que es inadmisible”, manifestó el auditor, que expresó otro tanto por la fallida adquisición de vacunas Pfizer.
Y expuso algunos datos sobre la situación epidemiológica y económica argentina en comparación al resto del mundo: “Argentina está con una cifra dramática de muertos por millón de habitantes que triplica el promedio mundial de más de 100 países del mundo. Esa dramática cifra se combina con un nivel de caída de riqueza y de actividad económica, con una caída que, según el FMI, triplica el promedio mundial”, manifestó.
“Según informe Universidad de Oxford, en términos de confinamiento, la Argentina tiene un grado un 40% más riguroso que el promedio de los países del mundo”, agregó.
Y concluyó que, respecto al tema de la presencialidad, la Argentina también “bate un récord absolutamente incómodo”.
Entrevista de Miguel Clariá.