Tras las medidas económicas que impulsó el ministro de Economía Luis Caputo, el historiador y economista Esteban Dómina habló en La Mesa de Café del contexto en que se establecieron y comparó la situación con "el Rodrigazo", que tuvo un fuerte impacto social.
El Rodrigazo consistió en una política de shock en 1975 impulsada por el ministro de Economía de ese momento, Celestino Rodrigo, que implicó una fuerte devaluación, un fuerte aumento de las tarifas de servicios públicos y combustibles y un tope a los aumentos salariales.
Dómina dijo que dichas medidas "eran una situación anunciada" y comentó que en ese momento se le llamó "sinceramiento a las variables económicas porque desde mayo de 1973 todo estaba en el freezer a raíz del famoso pacto social que establecía un congelamiento general de todo".
Tras ello, sostuvo que Rodrigo "destapó la olla y voló todo por el aire" y hubo un gran aumento general de tarifas y de combustibles, entre otros impactos.
Con ese antecedente, Dómina aludió a las medidas de Caputo y aseguró que actualmente "la situación general de las variables congeladas anunciaba que tarde o temprano se iba a tener que liberar, y se hizo así, a lo bruto; el famoso shock".
Sin embargo, remarcó que "la situación social del Rodrigazo era diferente". Y desarrolló: "Pese a los problemas de 1975, era una sociedad mucho más homogénea, no estaba la desarticulación social de hoy, que es muy grave y el paisaje social es devastador".
El historiador opinó que "Argentina se convirtió en una suerte de Disneylandia, en vivir una ficción y eso no es sustentable en ningún esquema económico". Y respaldó: "A esta gente le toca la parte más brava, que es bajar rápidamente este déficit fiscal".
Si bien Dómina consideró "entendible" la receta que está aplicando el ministro de Economía actual, debido a que "se había llegado al límite de todo lo posible", dijo que "la motosierra no se puede aplicar a lo chambón, sino que tiene que ser una cosa delicada".
Y pidió "distinguir la diferencia entre la macro y la microeconomía, la de la casa, la del laburante que tiene que seguir sobreviviendo en este Titanic". Y agregó: "A los jubilados no los pueden castigar más. Hay que cuidar a los más vulnerables".
También señaló que actualmente "la pobreza se ha vuelto un problema estructural", lo que marcó como otra gran diferencia con los tiempos del Rodrigazo.
"No hay Chapulín Colorado que solucione esto de la noche a la mañana, por lo que vamos a tener que recorrer un camino de sacrificio. Esta crisis es más grave que la de 1989 y la del 2001 y exige mucho más de nosotros", amplió.
Y concluyó con un panorama esperanzador: "Después que pase este temporal confío en que vamos a tener otra Argentina".
Entrevista de Miguel Clariá.
