Polémica por la aplicación de la nueva ley de salud mental

El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán anunció la semana pasada el fin de las internaciones en neuropsiquiátricos, amparándose en la nueva ley de Salud Mental y reinstaló el debate.

En este contexto, el gobierno de Mendoza adelantó que no se va adherir a la ley, argumentando que los viejos manicomios fueron reemplazados por hospitales especializados.

Por su parte, en Santa Fe, se habla de transformación de las instituciones de salud mental de monovalentes a polivalentes, y no del cierre de las mismas. La cartera sanitaria creó un comité de asesores para guiar a las instituciones para la readecuación.

Al respecto, Enrique De Rosa, médico psiquiatra, opinó en Mesa de Café que "el dilema de la nueva ley significó un viraje a lo ideológico y lo social y un problema concreto, que es no poder aplicar temas concretos".

"El gran problema que la Argentina se debate, es un tema que lo tuvo Europa en los años 60, que es la anti psiquiatría, donde la idea era que los institutos de salud mental eran lugares de represión en vez de lugares médicos", indicó.

De Rosa afirmó que los problemas de drogas, autolesión y depresión solo pueden ser recibidos "en instituciones adecuadas, con profesionales adecuados, que son los psiquiatras".

Cuando yo paso por encima de todo esto, es el desamparo absoluto para profesionales y sobre todo para las familias

"Proteger a una persona y sus derechos humanos, también es protegerlo de sus derechos y entre ellos en la salud mental es protegerlo de sí mismo. La ley de salud mental se hizo sin la participación plena de profesionales que estamos en el tema", agregó.

Además. De Rosa hizo hincapié en que el trabajo de los psiquiatras no es ir en contra de la voluntad del paciente, porque el paciente está alterado de su capacidad de toma de decisiones.

"No es ir en contra de sus derechos humanos proteger a alguien que está en una situación terminal. Es el acto más básico de la medicina que es la caridad y la compasión por el prójimo, que es asistirlo", señaló.

"El tema de la salud mental fue negado en la pandemia, porque es lo más temido, es lo que más nos afecta en una sociedad que vive azotada por la droga y la violencia", cerró.

Entrevista de Miguel Clariá.