Juan Manuel Delgado, fiscal general de Córdoba, explicó a Radioinforme 3 cuáles son las herramientas legales que tiene un policía para reprimir el delito, ocurra o no en flagrancia.
Primero aclaró que no es necesaria la orden de un fiscal para actuar cuando un agente ve que se está cometiendo un delito.
"Ahí el policía tiene que actuar sin orden previa, en materia de prevención y persecución", indicó.
Según indicó Delgado, existen en la formación policial protocolos de actuación para las diferentes situaciones: "Tienen una formación que les da un marco de actuación y uso de la fuerza, con todas las herramientas que pueden y deben utilizar conforme los hechos en la vía pública".
Además, enfatizó que hay una baja en la cantidad de policías en la calle debido a que la formación policial se extendió a tres años, lo que generó un vacío de egresados en los últimos dos años.
La Policía en la calle tiene la expertise para notar cuando un grupo de personas es sospechosa
"Hoy un policía se forma en tres años, con lo cual uno quiera que pronto egresen policías que tengan una formación más completa", sostuvo, pero celebró que haya habido "un rediseño de la Policía en el territorio".
"Ese rediseño no ha sido comunicado a la fiscalía para entender la forma de trabajar con menos gente hasta que egresen los nuevos policías", agregó.
Cómo puede actuar la Policía antes de la flagrancia
Delgado aseguró que, dentro de las herramientas y facultades de la fuerza policial, puede realizar ciertas detenciones en caso de que las personas muestren cierta actitud sospechosa.
"Un policía puede preguntarle qué hace, lo mismo que en un control sobre la ruta: a dónde va, qué hace, le ve el perfil. La Policía en la calle tiene la expertise para notar cuando un grupo de personas es sospechosa", dijo.
"En el 100% de las personas que delinquen en moto, no tiene los papeles. Tranquilamente se pueden hacer retenes, controles de las motos en la vía pública pidiéndole la documentación y todas las medidas de seguridad necesarias", indicó.
Y se refirió al caso de detenciones de menores, a raíz de la ola de robos piraña perpetuados por bandas de hasta 30 chicos entre 12 y 17 años.
"Los menores son un caso especial, hay que abordar la ley penal juvenil porque los menores de 16 años no son punibles, algunos son devueltos a los padres otros pueden ir al Complejo Esperanza de Córdoba. Pero las medidas de coerción especial están a cargo de los jueces de menores", explicó.
Puntualmente, aseguró que "la Policía tiene un protocolo para trabajar con menores".
"Es de difícil control, lo que no significa que no haya un protocolo, una manera de trabajar para estas situaciones", aseguró.
Y planteó la posibilidad de que la Policía prevenga un delito cuando los sospechosos son menores: "A los menores, si no tienen documentación, el policía también debe velar por su seguridad".
"Hay que tener en cuenta que hay situaciones complejas donde el policía no solo pude detener a una persona por un delito, sino por su seguridad, entonces tiene los elementos necesarios", argumentó.
Finalmente, se refirió a un proyecto para trabajar el caso de los delitos en flagrancia.
"Estamos trabajando en estos días con el tribunal superior de justicia un proyecto que lleva tiempo para tratar estas situaciones, incluye la creación de un foro especial de flagrancia. Buscamos rediseñar el trabajo entre la fiscalía y la Unidad Judicial, que es el brazo del fiscal en la calle y se busca mayor presencia territorial", concluyó.
Entrevista de Miguel Clariá
