"No tengo miedo", aseguró la fiscal Valeria Haurigot que recibió amenazas

La fiscal de Rosario Valeria Haurigot fue amenazada semanas atrás junto a su colega el Dr. Carbone por miembros de una organización que se dedica a extorsiones y balaceras en la ciudad.

El martes terminaron las audiencias y en diálogo con Radioinforme 3 dijo que no tiene miedo, pero pidió un freno y acciones desde los otros poderes del Estado para acabar con esta situación.

"Esta situación generó una desestabilización. Fue en el marco de una audiencia donde se produjeron amenazas a nosotros y no estamos acostumbrados y no es lo deseado. El trabajo mismo demuestra que no queremos continuar así", indicó.

Reconoció que el tema de las balaceras son "sin un objetivo fijo", sino para "marcar poderío", es un fenómeno que aparece de manera más asidua en Rosario y que en su trabajo se ha avanzando en investigaciones complejas, donde ahora se abordan bandas polirubro, es decir que no están solo vinculadas al narcotráfico y narcomenudeo, sino a una gran cantidad y variedad de hechos delictivos.

"Tenemos un problema serio que son los delitos de la cárcel, donde hay una estructuración del negocio narcocriminal afuera pero desde adentro", advirtió.

Si bien en su trabajo enfrenta a diario el peligro confesó: "Estoy acostumbrada a ciertas cuestiones, no estoy acostumbradas a las amenazas y no me voy a acostumbrar, me generan interrogantes que voy superando".

En ese sentido destacó el apoyo de las asociaciones de fiscales de Argentina, pero manifestó que cuesta mucho "neutralizar el peligro" y piden a gritos que intervengan los otros sectores del Estado para tomar medidas en serio.

"No tengo miedo. Seguimos trabajando y se toman precauciones que impactan en la familia. El tema son las opciones ante un fenómeno que corrompe la sociedad en su conjunto", lamentó.

"Como consecuencias del narcomenudeo de cobranzas por deuda de droga marcan presencia en el territorio y se producen hechos violentos", agregó.

"Los riesgos que asumimos son superiores a los que debemos asumir otras funcionarias con el mismo labor. Debería estar compartido el peso del trabajo", opinó.

Respecto a las amenazas dijo que hay una pérdida de respeto a la autoridad y expresó: "Son generaciones que vienen de otras con mucha carencia y familiares presos y esa es la composición de la población carcelaría que tiene que ver con las balaceras".

Entrevista de Miguel Clariá