Salir o no, la paradoja de un jubilado en días de pandemia

Si bien los adultos mayores son población en riesgo durante la pandemia del coronavirus, muchos de ellos salen de sus casas para poder cobrar sus jubilaciones o sacar dinero de los cajeros.

Invariablemente, y a pesar de los esfuerzos del Gobierno para evitar que los abuelos salgan de sus casas, eso no alcanza. Este viernes, en la ciudad de Córdoba, se podía ver a decenas de ellos en los bancos. Algunos, argumentaban que preferían recibir el dinero en mano, mientras que otros decían que el cajero no les permite sacar el dinero que necesitan.

“Es muy contradictorio todo y tiene que ver con que no hay o no se sabe en Argentina qué es ser un adulto mayor. Realmente esto se traduce a la vida cotidiana", dijo en Mesa de Café Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad.

En Argentina, el viejo no existe. En realidad, aparece circunstancialmente en situaciones extremas.

Según opinó, esta situación es una sumatoria de “décadas de maltrato” a este sector de la sociedad.

“Cuando uno le muestra a un joven cómo es ser viejo, genera fobia. Esto hace que un sistema político esté integrado por gente mediocre desde el punto de vista de la interpretación de las necesidades de esta gente. En un momento de crisis terminan siendo contradictorias, discursivas y protectoras desde un tutelaje a los viejos que no necesitamos”.

Al referirse a las políticas tomadas por el actual Gobierno frente al coronavirus, mostró las incongruencias frente a las necesidades de los adultos mayores.

“Te dicen: usted no puede ni moverse, pero va a tener que usar la tarjeta electrónica. Quizás quien lo dice no tiene la más pálida idea de que tenemos otra formación cultural".

Que llegamos a la informática en otro momento, que no la incorporamos porque no nos dan las neuronas, pero otras veces porque no nos interesa.

Semino describió que los jubilados suelen comportarse de una manera particular que no es tenida en cuenta por los funcionarios.

“El jubilado gana una miseria. La suma que saca en los cajeros, la va administrando. Compran en negocios de cercanía y en pequeñas cantidades. Si hubiesen abierto un día los bancos, dos horas, ahora no estaríamos viendo las colas en las puertas de las sucursales”, cerró.

Entrevista de Miguel Clariá.