“Fue un año difícil, hay una depresión colectiva, miedo, ansiedad y esperanza por la vacuna, anunciaron que administraran las primeras dosis antes de Reyes”, dijo.
Explicó que en Europa endurecieron las medidas de restricción ante la segunda ola de coronavirus, y puso de ejemplo a Alemania, que cerró comercios y escuelas hasta el 10 de enero.
“Sin embargo, en España aflojamos por la Navidad y en poco más de una semana nuestras cifras empeoraron. Las autoridades dan advertencias y recomendaciones imposibles de controlar y endosan a los ciudadanos toda la responsabilidad”, señaló.
“Estamos en manos de nosotros mismos, no parece que vayan a apretar las restricciones, a menos que se asusten”, dijo.
Como en Argentina, en España está presente el debate de “salvar la economía sin poner en peligro las vidas”.
Al respecto, señaló que “la situación política está muy polarizada en cuestiones decisivas”, pero que “hay cuestiones que se deberían deliberar sin partidismos”.
“En Europa la canciller alemana, Ángela Merkel, es la abanderada más ilustre, frente de un movimiento más populista”, consideró.
Conclusiones del año que cambió a la humanidad
“La pandemia nos enseña algo evidente: deberíamos estar de acuerdo por lo menos en dos o tres cosas pre ideológicas, es la clave de una base social sólida, característica de todo estado moderno”, sostuvo.
“Descubrimos la esencialidad de la sociedad y eso nos hizo ver que para poder mirar al futuro tenemos que sustentarnos en principios básicos”, agregó.
“Se nos ordenó el confinamiento extremo, salvo servicios esenciales, y descubrimos que son los servidores sanitarios, barrenderos, limpiadores, médicos, personal de transporte, entre otros, que son los que menos cobran y los que tienen los contratos más precarios”, señaló.
“Hubo un primer momento en que pareció que se había acordado mejorar su situación y luego volvió a discutirse como si no hubiese habido pandemia”, sostuvo.
"Estamos viviendo una relación equivocada con la naturaleza"
“Un estado moderno tiene que tener los pies centrados en los servicios básicos que no puede eludir y cualquier batalla ideológica se tiene que dar a partir de eso. No podemos vivir de espaldas a la naturaleza”, concluyó.
“Pandemia y cambio climático son fenómenos hermanos, no nos entendemos como miembros de una misma especie, hay cosas que no estamos aprendiendo”, apuntó.
Y terminó con una observación a futuro: “Quiero ver cuando esto se normalice si queda algo de lo que hemos aprendido”.
Entrevista de Miguel Clariá.
