André Brisola es un argentino-brasileño que vive en San Pablo y a través del deporte ha mantenido contacto y conoce muy bien la favela Paraisópolis, la más grande de esa ciudad y donde el Estado no entra.
“Paraisópolis es una de las favelas más grandes de San Pablo, con 100 mil habitantes, pero no entra ni la Policía, ni las ambulancias y cuando tienen problemas se tienen que cuidar ellos. Los mismo para ir al hospital”, explicó André a Radioinforme 3.
Actualmente frente al coronavirus, contó que “son los narcos los responsables de cuidar a esa gente”.
“Como no hay ambulancias ellos instalaron ambulancias 24 horas para que las personas con falta de aire puedan ir al hospital”, señaló.
André conoce a la gente que vive allí gracias al deporte. “Yo juego al rugby en un club de San Pablo y ahí hay muchos chicos que son de Paraisópolis. Hay chicos y chicas que están hoy en la selección de rugby de Brasil y en esa favela es donde hay más rugbiers por metro cuadrado en todo el país”, destacó.
No obstante, lamentó que ahora en medio de la pandemia “no están siendo asistidos”.
“Hay una triste realidad y es que viven en una casa diez personas y si una se agarra el coronavirus lo pasa rápido a otras. Además, muchas de esas personas no dejaron de trabajar, siguen trabajando de limpieza, de niñeras, de caja de supermercados, de seguridad”, detalló.
“Ellos trabajan día a día porque viven con lo justo sino, no tienen que comer y ahora viven todos súper apretados y con el virus se van a contagiar muy rápido. No hay forma de que se puedan cuidar”, agregó.
Amigos de André que están en la favela le cuentan que “infelizmente el Estado no está haciendo ningún papel para ayudarlos”. “A veces les falta algo tan básico como agua y jabón”, apuntó.
En cuanto al servicio de ambulancias, fue contratado por los mismos narcos, al igual que los médicos, pero sostienen que “no es suficiente” porque no cuentan con respiradores. “Si se pone fea la cosa, no va a haber forma de que puedan sobrevivir a esa catástrofe”, advirtió.
Aparte, indicó que “los narcos siempre son muy abiertos a quienes van a ayudar a otras personas”. “Podes entrar, caminar, y te tratan con respeto si ven que ayudas a la comunidad. Ahora mismo no se pueden hacer los deportes, no se puede jugar al rugby pero nosotros vamos para decirles a los chicos que se tienen que quedar en sus casas y que si necesitan comida o algo estamos para ayudarlos”, cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.
