Pablo Liotti, gerente de Sustentabilidad de Estudio Adecco, aseguró a que en el último año más de 70 mil venezolanos llegaron al país.
"Es el flujo más grande y por eso observamos la necesidad imperiosa de este colectivo de conseguir trabajo, dejar currículum y poder insertarse", explicó.
Además preciso que "el 63% de esa masa migratoria que llegó al país no tiene un trabajo estable, pero sí lo que podemos denominar changas". "Van saltando de un trabajo a otro hasta lograr la estabilidad", apuntó.
En tanto que, "un 51% de las personas que llegaron al país tienen título universitario y calificación terciaria y es un número muy importante".
"Tenemos carreras de ingeniería, licenciaturas y tecnicaturas. Es una masa migratoria con muy buena calificación y de las personas que tienen calificación universitaria, un tercio tiene másters y posgrados", destacó.
Frente a este escenario, aseguró que "hay que aprovechar esa masa migratoria que es positiva para el país por ser una mano de obra calificada".
Según Liotti, "el aporte que pueden hacer para las empresas es muy grande" sobre todo en lo que "tiene que ver con la exportación petrolera que necesita perfiles calificados y no se los encuentra".
En este marco, consideró que "tiene que haber una conexión entre las empresas y corregir el direccionamiento de la corriente migratoria".
"La mayoría de los venezolanos que llegaron se instalaron en Ciudad de Buenos Aires, en segundo lugar en la provincia de Buenos Aires y luego en Córdoba. En cambio, Neuquén que necesita mano de obra petrolera esta en séptimo lugar", ejemplificó.
"De las personas que hoy están establecidas y logrando tener un trabajo, básicamente el 30% hace tareas de lo que es retail y comercio, ventas, atención al público, tareas de call center, encargados y demás", indicó.
"Hay una segunda masa migratoria que hace tareas independientes como ayudar en una casa de familia, trabajo en casas particulares y tareas de chofer que hoy vemos muchísimo, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires", concluyó.
Finalmente, sostuvo que aunque tratan de insertarse en el mercado bajo la informalidad laboral, no son para nada una amenaza para el sistema.
Entrevista de Miguel Clariá
