Tras las protestas, Macron suspendió la suba

El gobierno francés anunció este martes una moratoria de la suba de los impuestos anunciadas para intentar calmar las protestas de los "chalecos amarillos", que ha desembocado en la peor crisis de la presidencia de Emmanuel Macron.

El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció mediante una declaración televisiva la suspensión de la suba de los precios del gas, la electricidad y de los combustibles con el objetivo de "apaciguar" las manifestaciones.

El gobierno francés está bajo presión desde el 17 de noviembre, cuando estalló un movimiento de protesta en todo el territorio contra el incremento del precio del combustible, previsto para el 1 de enero.

Las protestas, convocadas por un colectivo autodenominado "chalecos amarillos" desembocó el sábado en violentas manifestaciones en París y otras ciudades con incendios de automóviles, saqueos de comercios y vitrinas rotas.

La principal demanda de los manifestantes era la supresión de esta tasa a los carburantes, pero sus reivindicaciones se han ampliado y ahora piden un aumento del salario mínimo, una reducción general de los impuestos, una subida de las pensiones y la restauración de un impuesto al patrimonio de los más ricos, entre otros.

"Un movimiento que ilustra la creciente injusticia social"

Ante la consulta, Mario González, concejal de París por el Partido Socialista, calificó la situación de "inédita" ya que "es la primera vez que hay reivindicaciones y justicia social cuyos representantes es la gente común".

"Esto no se puede ligar ni al movimiento de extrema derecha ni al de izquierda. No hay que olvidar que el movimiento principal no deja de ser un movimiento espontáneo de clases populares y clases medias empobrecidas o en fase de empobrecimiento", analizó González.

"Todo esto nace del aumento de una tasa aplicada esencialmente al diesel, y los autos diesel generalmente son los que tienen la clases populares en Francia", señaló.

El concejal consideró que el movimiento de los chalecos amarillos "ilustra y representa un sentimiento creciente de injusticia social en Francia".

En ese sentido, explicó que el movimiento está ligado a varios factores, principalmente la suba de la inflación por encima de los salarios "por primera vez en seis años", el aumento de las tasas de combustibles y los desajustes del sistema fiscal francés.

Entrevista de Miguel Clariá - Informe de Marcos Calligaris.