Esta semana, diferentes hechos de violencia se sucedieron a lo largo y ancho del país y se replicaron en diferentes medios.
En Resistencia, una mujer circulaba en su auto por la calle Moreno y, al toparse con una marcha, decidió continuar y luego de un intercambio verbal con los manifestantes embistió a cinco personas. Quiso escapar pero la atacaron con piedras y patadas.
En Córdoba, la violencia se desató a la salida de un boliche de la zona norte de la ciudad cuando un chico le partió una botella de fernet en la cabeza a otro.
En Rosario, un niño de ocho años recibió el impacto de una bala perdida en la cabeza y se encuentra internado en terapia intensiva.
En este contexto, invitamos a Héctor Ghiretti, profesor de Filosofía Política e Historia de las ideas de la Universidad de Cuyo, a participar de La Mesa de Café.
El especialista hizo hincapié en las sociedades complejas, como la de Argentina, en la que la violencia es más frecuente.
"En las sociedades más complejas desde el punto de vista cultural y social, los niveles de agresión y de violencia aumentan mucho y cruzan a toda la pirámide social. Son sociedades con más brechas y la multiculturalidad y los diferentes estilos de vida hacen que haya mucha hostilidad mutua", explicó y mencionó a la sociedad estadounidense como una de este tipo.
Además, hizo hincapié en los niveles de criminalidad o de muerte violenta en el mundo y destacó que Argentina es uno de los países que tiene valores más bajos en la región.
"Es cierto que hay sociedades que son más violentas que las otras. Argentina es uno de los países con más bajo nivel a diferencia de países como Venezuela que tienen el índice de muertes por violencia más alto del mundo".
Al intentar esbozar un panorama de cómo se manifiesta la violencia en Argentina, Ghiretti explicó: "La violencia es un término polisémico y sirve para definir tipos de relaciones que tienen por centro a la fuerza física, simbólica y verbal. Es un fenómeno con muchas dimensiones. En muchas sociedades avanzadas como la Argentina la violencia física se transforma en simbólica y verbal que no deja de ser un progreso pero que son fenómenos que tienen potencial de violencia más directa".
Al ser consultado sobre qué papel tienen en este tipo de reacciones las redes sociales, especialmente Twitter, el especialista afirmó que "los instrumentos tienen neutralidad moral".
"Todas las herramientas del ser humano tienen capacidad de influir en la acción humana de manera negativa. Depende del uso que le hagamos. A mí me parece que hay que distinguir diferentes actitudes dentro de las redes. Uno de los elementos que permiten es el anonimato. La gente que tiene un alias y nada que los haga reconocibles son más propensas al insulto y a la violencia. Hay que avanzar en la ética de la red social".
Finalmente, hizo referencia a la concepción actual de la política y a la preponderancia de las "teorías conflictivistas".
"Hemos pasado de una forma clásica de entender a la política de cómo se gobierna una sociedad a una concepción conflictivista. En las ciencias sociales y políticas domina ese pensamiento. Esto hace que la realidad y la teoría interactúen. Esta concepción responde a una sociedad en la que el conflicto está muy presente. Uno se puede preguntar si el poder político debería gobernar con el conflicto o si tiene que gobernar buscando una cohesión en la sociedad".
Entrevista de Miguel Clariá
