El Juzgado de Familia de 8° Nominación de la ciudad de Córdoba aplicó la perspectiva de género y un padre deberá pagar una cuota alimentaria mensual del 120% del salario mínimo vital y móvil a favor de sus tres hijos.
Además, deberá abonar los gastos educativos de los menores y de una universidad privada, obra social así como impuestos, y expensas del inmueble donde ellos residen, y por el término de seis meses los servicios esenciales.
La jueza María Alejandra Mora constató que, durante los veinte años de convivencia, la mujer se dedicó a las tareas del hogar y fue el progenitor, el único proveedor económico.
En Mesa de Café, la magistrada argumentó que el rol de “cuidadora del hogar y de los hijos” le significó pérdidas de oportunidad de desarrollo profesional y personal.
"El alimento es una cuestión de derecho básico de los hijos, y ambos están llamados a cubrirlo, de acuerdo a la ley. Entonces yo me pregunto cómo hace una mujer, que durante 20 años realizó tareas del hogar y estuvo impedida de desarrollarse, para cumplir con la cuota alimentaria", señaló.
La jueza explicó que durante todos los años de convivencia existió una desigualdad que se visibilizó con la ruptura de la pareja.
"Esto es consecuencia de los roles estereotipados: el hombre debe mantener a la familia y la mujer debe realizar la tarea la casa, generando una gran desventaja y vulnerabilidad. Ella, en su rol de cuidadora, postergó su proyecto personal y laboral, no tuvo licencia por enfermedad ni bono, y todo por el proyecto familiar", aseguró.
Mora también aclaró que una de las claves de la resolución es que mientras la madre se inició en la venta informal de indumentaria y padece dificultades para insertarse en el mercado laboral, el hombre posee una capacidad holgada (vive en un country, tiene un auto de alta gama y cuadriciclos).
"No puedo poner una mirada neutral. Nosotros, que impartimos justicia, lo tenemos que hacer con perspectiva de género, ya que es un caso con estereotipos nocivos y son violatorios en principios de igualdad", sostuvo.
Indicó que la resolución judicial está apoyada en el Código Civil, el cual prevé un instituto de compensación económica en caso que un divorcio o ruptura matrimonial produjera un desequilibrio en una de las partes.
Descartó que este acontecimiento marcara jurisprudencia para que mujeres realicen juicios con motivo de recibir manutenciones sin justificación de sus ex esposos. "No todos los casos son valorados con perspectiva de género, sólo aquellos que sufrieron discriminación y hubo roles estereotipados. No es lo mismo una persona que hizo tarea del hogar durante 20 años, que otra que tiene 25 años. Analizamos la vulnerabilidad de cada familia", aclaró.
La jueza, por último, reflexionó: "Tenemos que reconocer como sociedad, pero sobre todo los que administramos justicia, que existen patrones socioculturales que mantienen la desigualdad. Estas situaciones deben ser abordadas con perspectiva de género porque es la manera de terminar con la violencia, la discriminación y la manera de lograr que la mujer se empodere".
Y concluyó: "Es importante que las parejas mantengan una relación democrática, que cada uno pueda desarrollarse personal y laboralmente, y logren una vida autónoma".
Entrevista de Miguel Clariá.
