Mariano Oberlin: "Como sociedad no estamos dando respuesta a las adicciones"

El padre Mariano Oberlin está en barrio Müller a cargo de la parroquia Crucifixión del Señor. Su obra es conocida por ayudar a los jóvenes de uno de los sectores más vulnerables de la ciudad, para dejar atrás la droga y el delito. Sin embargo en diálogo con Radioinforme 3 reconoce que la tarea se torna cada vez "más difícil".

"Es un tema instalado desde hace tiempo (el consumo) y no se ve una salida. Va creciendo cada vez más, se va naturalizando y no estamos pudiendo como sociedad dar respuesta para frenar esto", advirtió.

En su parroquia trabaja junto con Sedronar, con la provincia y la Municipalidad para asistir, pero señala que la sensación es que "no alcanza" porque "no se aborda la raíz de esta problemática".

"El narcotráfico genera más situaciones y alternativas para seguir consumiendo", lamentó.

En su parroquia ofrecen asistencia a jóvenes con problemas de adicción pero es una tarea que tampoco es fácil porque muchas veces quienes van a pedir ayuda de manera desesperada son las familias y las madres y en la iglesia no pueden retener a alguien en contra de su voluntad.

"Muchas veces el chico no quiere ver o no puede ver el problema que tiene y nosotros como cualquier institución tenemos un límite, pero si él no quiere no podemos intervenir y ahí no hay chance de dar respuesta", señaló.

"Hay instancias como la judicialización pero no es el caso nuestro ni el de la gran mayoría que tiene que pagar por esta problemática. No tenemos las herramientas para retener a alguien por su voluntad", manifestó.

Además explicó que quienes van a pedir ayuda son personas completamente distintas a las que aparecen luego, tras hacer el proceso para lograr cambiar su vida. "Son como el día y la noche, te encontrás a chicos de 18 años y que han tenido una infancia marcada por la droga y es tremendo el daño que les hace el consumo. Por un lado, uno tiene la sensación de que llegamos tarde pero también que algo se puede hacer y vale la pena intentarlo", reflexionó.

"Afuera te dan miedo y adentro parecen ser niños. No puede ser que no hagamos nada por esto", comentó.

"Nadie está exento de las consecuencias de esta problemática, estamos como sociedad todos en el mismo barco. Hay que intentar hacer algo. Es importante mirar lo que pasa en el barrio", subrayó.

En la parroquia de Mariano Oberlin donde cuentan con casas para la contención tienen a 50 chicos internados y lista de espera porque ya no tienen más lugar.

"No es sólo construir la casa y lo que eso significa sino también crear los recursos. La zona de la parroquia abarca a 40 mil habitantes y vienen de barrios aledaños. Le damos respuesta a 200 mil habitantes y es una institución que tiene lugar para poquitos", comentó.

Entrevista de Miguel Clariá