La zapatilla de Máximo Thomsen: cómo fue la pericia clave que lo puede condenar

Homicidio en Villa Gesell

La zapatilla de Máximo Thomsen: cómo fue la pericia clave que lo puede condenar

11/01/2023 | 12:15 | Se trata de un estudio realizado con una técnica especial hace casi tres años en el Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal.

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El equipo forense del Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal aplicó una técnica especial con equipos de alta complejidad en una de las pruebas más incriminadoras de la causa del asesinato de Fernando Báez Sosa.

A tres años del crimen, el estudio llega al juicio y podría condenar a Máximo Thomsen, uno de los imputados.

Virginia Creimer, consultora pericial de Ciencias Forenses y médica forense (MP 112.178), explicó a Radioinforme 3 en qué consiste una especometría y qué valor probatorio tiene.

"Cualquier tipo de golpe que se produce sobre una persona viva, deja algún tipo de marca. Esta puede ser vista a simple vista o puede estar en profundidad. En general se reproduce la forma del elemento por el cual se produce", indicó.

"Existe a nivel internacional un banco de datos de huellas de las plantas de los distintos calzados. Cada empresa que saca un calzado nuevo, manda la suela a la base de datos, que sirve a la hora de hacer el análisis criminalístico".

La auxiliar superior Julieta Báez Pini, una de las mayores expertas de la división Rastros, el área de criminalística de la Policía Federal, explicó que se untó con tinta las plantas de los diez acusados ya que había al menos dos impresiones de suelas de zapatillas en la cara de Fernando.

Una de ellas resultó ser menor, insuficiente como para comparar con la zapatilla correspondiente. En cambio, la otra, ubicada en el maxilar inferior izquierdo, se veía perfectamente.

La DDI de Villa Gesell incautó varios pares en la casa que los acusados ocuparon ese verano en la localidad.

Así encontraron un par de chatas gastadas de lona negra marca Cyclone, que aún tenía sangre en sus punteras blancas.

Las zapatillas con sus plantillas, el reporte de la autopsia y las impresiones de los pies fueron enviados al Laboratorio Scopométrico de la PFA en Mar del Plata para su posterior análisis.

Máximo Thomsen, el más complicado de todos los imputados, había afirmado que la zapatilla pertenecía a Pablo Ventura, el remero de Zárate acusado falsamente.

Seis meses después del crimen, la PFA entregó a Zamboni los resultados de sus pericias: esa zapatilla, según revelaron fuentes cercanas a la investigación, perteneció a Máximo Thomsen, según detectó el complejo análisis que comparó tanto la suela del calzado como la marca del pie en la plantilla.

"En sus conclusiones, la misma determina que existe correspondencia en cuanto a las características de clase entre la impresión del rastro visible en el maxilar inferior izquierdo de la víctima con la impresión tomada de la suela de la zapatilla derecha marca Cyclone, específicamente en el área interna del talón", asegura un fragmento de la causa.

Este martes, la comisario Haydée Almirón, jefa del Gabinete Científico de Mar del Plata de la PFA, declarará citada por la fiscalía para explicar cómo se realizó el estudio.

"El rastro de la pisada, que es un acto involuntario, un rastro muy susceptible de ser borrado, puede ser visible o latente. Esa imagen latente puede ser revelada. Se puede tomar una imagen del cuerpo de la víctima y cotejarla con impresiones de todos los calzados. Se busca la morfología de la suela, si coincide se analizan características de uso, de desgaste, si hay un corte", explicó Báez Pizi.

La zapatilla deja una lesión, "una marca por equimosis es visible por la rotura de los vasos sanguíneos debajo de la piel, eso se imprime y se analiza la fotografía", asegura la perito.

Más tarde, se toman las impresiones del pie del sospechoso en diversas posiciones, parado, sentado. Lo siguiente es realizar un video espectro comparador en el laboratorio de la PFA donde lo compara con la huella dentro de la plantilla. Esto es con un equipo especial, marca Foster and Freeman, modelo VSC 6000.

"Es un equipo que tiene diversas longitudes de onda de luz. Uno coloca un elemento y el equipo revela impresiones, se ve lo que a simple vista lo que no se puede ver. En el caso de la plantilla analiza el desgaste, el uso. Van quedando marcas en la plantilla. Lo que hacemos es resaltar lo que ya existe", explicó.

Según explicó Creimer, las pruebas se estudian en conjunto, no es comparable con las huellas dactilares.

"En las lesiones mortales, se habla de proceso y van quedando distintas marcas, estas marcas se pueden discriminar si fueron producidas en vida o postmortem. Es tan lo gráfico de estas lesiones que permiten hacer un diagnóstico de esta magnitud", concluyó.

Entrevista de Miguel Clariá