Violencia en la frontera de Brasil por migración venezolana

La Mesa de Café

Violencia en la frontera de Brasil por migrac

22/08/2018 | 14:28 |

Darío Pignotti corresponsal de Ansa en Brasil dijo a Cadena 3 que organismos internacionales "están preocupados por los brotes de xenofobia". Los venezolanos serán distribuidos a otras ciudades.

Audios

El Navegador no soporta HTML5 audio

Violencia en la frontera de Brasil por migración venezolana

El Gobierno brasileño anunció este martes que más de 1.000 venezolanos que permanecen en el estado fronterizo de Roraima serán distribuidos a otras ciudades del país, tras las tensiones migratorias vividas el fin de semana en la localidad de Pacaraima.

En declaraciones a la prensa desde Boa Vista, capital de ese estado amazónico, Viviane Esse, representante del Ministerio de la Presidencia, explicó que el "proceso de interiorización" de los migrantes venezolanos iniciará a finales de agosto, sin precisar las ciudades de destino.

Esse formó parte de la comisión interministerial que visitó este martes la localidad fronteriza de Paracaima, donde el sábado se produjeron violentos ataques de vecinos contra refugiados venezolanos.

Desde principios de este año, un total de 820 venezolanos ya fueron transferidos a otros ciudades del país, entre ellas Sao Paulo (sureste) y Manaos (norte), como parte del proyecto gubernamental de desahogar Roraima.

Darío Pignotti corresponsal de Ansa en Brasil, recordó en Cadena 3 que el "éxodo masivo de venezolanos en el norte de Brasil" generó incidentes y ataques después de que se conociera un hecho policial y le atribuyeran la responsabilidad a venezolanos. 

"Les quemaron las carpas a los venezolanos y el presidente ha tomado la decisión de enviar fuerzas militares a la frontera", explicó el periodista.

"La agenda a partir de los incidentes del fin de semana está ocupando un lugar prioritario y varios diarios del lunes reparten su atención entre eso y las encuestas electorales", detalló.

El sábado corrió la noticia de que un comerciante de la ciudad había sido herido durante un asalto supuestamente por venezolanos.

La zona que recibió la mayor oleada de migrantes representa "una vez y media la de Argentina" y se ha convertido en "una suerte de agujero geopolítico", comentó el periodista. 

Según explicó, en la ciudad  de Pacaraima "la población está enardecida". "Hubo golpes y machetazos y unos 1.200 refugiados debieron regresar a su país luego del asalto al comerciante presuntamente apuñalado por un venezolano".

"La distancia entre Pacaraima y Santa Elena de Uairén son 15 kilómetros, por lo cual es común ver a personas de muy mala situación económica atravesando la frontera", advirtió Pignotti.

La primera ola de este éxodo masivo que se produjo en Venezuela fue de profesionales o personas con oficio que fueron a Argentina, Chile y Brasil, con mejores posibilidades de aspirar a un trabajo y hasta de costear un pasaje de avión. Luego le siguieron los que emigraron en colectivos y finalmente los que salieron del país caminando como sucede en la frontera con Brasil, Ecuador y Colombia. 

En Ecuador, el gobierno convocó a una reunión de cancilleres de Latinoamérica para tratar el alto flujo migratorio de venezolanos. En tanto que en Colombia, Estados Unidos enviará un barco hospital a partir de septiembre para ofrecer ayuda sanitaria. 

"El gobiero brasileño recibió representaciones de organismos multilaterales como la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y la Unión Europea, preocupados por estos brotes de xenofobia", apuntó el corresponsal de Ansa.

"Se estima que a esta hora en Brasil no hay más de 50 mil inmigrantes venezolanos", agregó.

Como consecuencia de esta problemática, Pignotti reconoció que en la frontera están activos los "coyotes" quienes "explotan y manipulan a la población".

En la ciudad de Roraima "se calcula que se triplicó el número de mujeres explotadas sexualmente la mayoría venezolanas e indígenas venezolanas que estos coyotes obligan a someterse sexualmente para darles comida y protección de la policía", lamentó.

"Brasil enfrenta el pie de barro del gigante sudamericano, porque es un país de proporciones gigantescas pero de una altísima vulnerabilidad fronteriza. Son 15 mil kilómetros de frontera, la mayoría despoblados y sin presencia militar. La frontera de Brasil con Colombia y Venezuela es más extensa que la de México con Estados Unidos", concluyó.