Ignacio Berra, el cirujano cardiovascular que destacó Vidal

La Mesa de Café

Ignacio Berra, el cirujano cardiovascular que

19/10/2018 | 14:18 |

En diálogo con Miguel Clariá el médico aseguró que solo quiere "brindar lo mejor a la gente". Integra el equipo de trasplante del Hospital Garraham y trabaja en el desarrollo de un corazón artificial.

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Ignacio Berra, el cirujano cardiovascular que destacó Vidal

"Cuando uno piensa en la sociedad en la que le gustaría que vivan sus hijos y sus nietos, yo no quiero una Argentina cerrada. Yo quiero la Argentina de los Juegos Olímpicos, del G-20, del Invap sacando un satélite. Quiero la Argentina de Ignacio Berra, que es un cirujano cardiovascular infantil, que trabaja en un hospital público, que tiene una pyme y desarrolla un corazón artificial en Castelar. Quiero esa Argentina y esa provincia", dijo María Eugenia Vidal durante la inauguración del 54º Coloquio de IDEA en Mar del Plata.

En este discurso sobresalió un nombre Ignacio Berra, un médico recibido de la Universidad de Buenos Aires, que se especializó en cirugía cardiovascular pediátrica y que con su pyme está desarrollando un corazón artificial que consiste en un dispositivo para evaluar la reparación de la válvula aórtica de un paciente.

Además, el año pasado junto a la empresa nacional Lew Argentina, ganó el premio Innovar 2017 con un proyecto que promete aumentar la cantidad de donantes cardíacos en pediatría.

"Yo siempre pienso que tuve mucha suerte donde nací y de ver a mis viejos laburar. Mi papá es científico jubilado del Inta y mi mamá abogada. Ver cómo se rompían el alma para laburar los dos y el esfuerzo me enseñó que con el conocimiento uno puede avanzar en la vida con objetivos claros", destacó Berr.

Este médico que trabaja en el Hospital Garraham desde 2006 asegura que "cuando uno avanza y estudia medicina quiere brindar lo mejor a la gente".

Es así que en 2015 ganó una beca para capacitarse en el Hospital de Niños de Boston y en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. "Afuera fue una cuestión de probarme a mí y sentir que uno no está al tono pero puede estar jugando un partido a ese nivel", reflexionó.

Pese a realizar un gran trabajo en Estados Unidos, Berra decidió volver: "Esta es mi sociedad".

Quiero devolver a la gente, hay alguien que me 'garpó' la facultad. Quise volver a mi país porque está mi familia y vi lo que es el Garraham y es muy importante. Acá hay médicos y enfermeras excelentes y quiero llegar al nivel del Boston Children.

En este sentido, advirtió: "Es comparar la Fórmula Uno con el TC 2000. Ambos son buenos y rápidos, pero hay que apuntar a mejorar y eso es lo que tengo en la cabeza. El Garraham tiene accesibilidad en alta complejidad y es poder darle eso que hay allá a la Argentina".

En cuanto a su proyecto, comentó: "Suena loco, pero hay que romper los moldes y nosotros seguimos pensando que vamos a tener acceso". No obstante adviertió: "Podemos tener acceso pero sale mucha plata porque el conocimiento tiene un valor que la gente que desarrolló en otro país lo cobra".

"Usamos las tecnologías del exterior para ver hasta dónde nos da el cuero. Es un grupo de 7 u 8 tipos que empiezan a ir por los pasos sucesivos para ver hasta donde llegamos y estamos al mismo nivel que la tecnología", destacó.

Berra asegura que lo que desarrollaron podrá ayudar a más personas en Argentina y en todo el planeta.  

Soy un chabón del conurbano y quiero darle accesibilidad a nuestra región.

En cuanto al desarrollo de un corazón artificial en Castelar -donde vive-, manifestó que "una de cada cinco personas que espera un trasplante muere".

"El país que más acceso tiene a la disponibilidad de órganos es España con 43 donantes cada un millón de habitantes. Argentina tiene 11 cada un millón y con la ley Justina se espera que lleguen a 15", remarcó.

Entrevista de Miguel Clariá.