¿Existe en Argentina un hábito de incertidumbre crónica?

La Mesa de Café

¿Existe en Argentina un hábito de incertidumbre crónica?

29/07/2022 | 11:45 | El psiquiatra Enrique De Rosa Alabaster habló sobre su estudio sobre "Desesperanza aprendida" y lo relacionó con el posible "sentimiento generalizado de abatimiento social" en el país.  

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En los años '60, el psicólogo y escritor estadounidense Martin Seligman realizó un experimento sobre la "indefensión aprendida", que luego tuvo mucha influencia en el campo de la psicología positiva.

La investigación consistía concretamente en poner a un perro en una jaula electrificada dividida por una valla, donde el animal podía saltarla fácilmente y de ambos lados de la misma recibía una descarga eléctrica. Al hacerlo, saltaba la valla y a los segundos volvía a recibir la misma descarga.

Como resultado, el animal se quedaba en una esquina de la jaula recibiendo el estímulo doloroso. Así, se creía el perro "había perdido la capacidad de resistencia", sintiendo que no tenía escapatoria ni posibilidad de ayuda.

Se demostró que luego, con la segunda parte del experimento, donde los animales eran llevados a otras jaulas donde sí existía la posibilidad de escapar de ese piso electrificado y sin embargo estos no lo hacían y sostenían la descarga sin reaccionar. Habían aprendido que estaban indefensos y es así que el experimento se llamó "indefensión aprendida".

A raíz de ello, en diálogo con La Mesa de Café, el psiquiatra y neurólogo Enrique De Rosa Alabaster, quien escribió recientemente una nota titulada "Desesperanza aprendida", relaciona aquel experimento con la actualidad, donde percibe "un sentimiento generalizado de abatimiento" a raíz de un "estado constante de sentimiento de crisis".

"Hoy, aquello sobre lo que no tenemos ninguna situación de control sería la realidad, la crisis, la inflación. En algún momento hemos perdido la expectativa, es decir, la posibilidad de pensar que no hay ninguna y esto nos hace mal", señaló.

"En estos nuevos días de crisis, que desafía las posibilidades de previsión, de contingencia constante, el experimento de Seligman vuelve a cobrar una vez más actualidad", planteó.

Habló de una sensación de "abatimiento general social", aunque resaltó que el objetivo del experimento de Seligman era "rehabilitar" y volver a aprender y adquirir aquellas "habilidades que creíamos perdidas".

En ese sentido, De La Rosa manifestó de que "uno debe trabajar sobre lo que tiene y no concentrarse en las estrategias que no tiene" para buscar nuevas que permitan un pensamiento de evolución.

"En la mente está la última defensa o el último bastión en cuanto a nuestra existencia, por algo la lucha se libra encarnizadamente en este terreno. No todo está perdido si no lo creemos. Somos aquello que pensamos", concluyó el médico en su conclusión de "Desesperanza aprendida".

Entrevista de Miguel Clariá.