Mesa de Café
21/08/2019 | 15:41 | Diego Saldaña, un trabajador ferroviario, contó que el pueblo estaba frenado porque el carguero no paraba más. "Ahora no se habla de otra cosa que de la película", agregó.
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A partir del estreno de la película argentina "La odisea de los giles", la realidad del pueblo de Alsina, ubicado al norte de Buenos Aires, cambió por completo.
La tranquilidad rural estuvo interrumpida durante más de dos meses por técnicos, productores, motorhomes y prestigiosos actores del cine y la TV nacional.
Diego Saldaña, que se desempeña como trabajador ferroviario, contó en Mesa de Café que a partir del éxito en el pueblo "no habla de otra cosa" que del film de Sebastián Borensztein.
"Fue un revuelo en un pueblo que tiene 3.000 habitantes. En lo personal, también un orgullo ya que finalmente decidieron usar mi apellido", dijo en referencia al papel que interpreta Daniel Aráoz.
El ferroviario comentó que hace cinco años se hicieron renovaciones de vías, pero que todo quedo parado y ya ningún pasajero se aloja en Alsina.
"El carguero pasa de largo, es un golpe duro para nosotros", agregó.
Manifestó que todo el equipo de técnicos, productores y actores que participaron en la película se mostraron "muy sencillos y abiertos con los habitantes del pueblo".
"Comíamos todos juntos e incluso los más veteranos se privaron de dormir la siesta durante un tiempo con tal de fotografiarse y mirar las grabaciones", detalló.
Diego Saldaña señaló que participó como extra al igual que otros 1.800 ciudadanos de Alsina. "Ahora algunas visitantes paran en el pueblo a tomar fotos. Ojalá que se pueda aprovechar y realizar un tour sobre los lugares donde se grabó la película", cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.