De la tragedia al ridículo

Opinión

De la tragedia al ridículo

20/04/2020 | 15:12 |  

Al margen de argumentos epidemiológicos a favor de aislar a los mayores de 70 y argumentos constitucionales en contra, por la flagrante violación de derechos, la prohibición a mayores de 70 años de salir sin autorización, impuesta en Buenos Aires, es de cumplimiento imposible y candidata a derivar en situaciones ridículas

¿Va a detener un policía de la ciudad, digamos, a Graciela Fernández Meijide y preguntarle la edad? Graciela ya ha avisado que no piensa pedir permiso ni responder a esa pregunta. Por supuesto que ella, como la enorme mayoría de los de su generación, está haciendo aislamiento autoimpuesto, sin que nadie se haya parado en la puerta de su casa para que no salga.

Pequeño problema para el agente publico; ¿La va a detener si la señora sigue caminando? ¿La va a subir a un patrullero? ¿Va a llamar a su abuela para pedir consejo?

Más divertido sería que otro notable más 70 enojado con la prohibición, el filosofo Santiago Kovadloff, para matar el aburrimiento decida llamar al 147 para pedir permiso.

Imaginemos ese diálogo entre el avezado polemista y una telefonista de la municipalidad. ¿Para qué quiere salir, abuelo? ¿No tiene quien salga por usted? ¿Está enterado de que hay un virus muy malo que vino de China y que mata a los viejitos? ¿Sabe leer y escribir, señor Kovadloff?, porque el gobierno solo quiere cuidarlo, si se porta bien.

Tampoco es necesario decirlo, pero por las dudas, el filósofo Kovadloff está haciendo cuarentena autoimpuesta y nadie ha visto que le hayan puesto faja a la puerta de su departamento para que no salga.

En Europa se discutió, se desechó. Angela Merkel cerró el debate antes de que iniciara: no me siento ni a discutir el aislamiento de los mayores, es inmoral. Y punto. El francés Macrón lo intentó y debió retroceder, algo similar en Bélgica, pero todavía hay intenciones dando vueltas en otros países, que después de descubrir que los viejos se mueren más que los jóvenes, con o sin pandemias, tienen la extraordinaria idea de encerrarlos.

Menos mal que en Estados Unidos todavía no se les ocurrió encerrar a los más 70 porque se terminaría la carrera presidencial. Trump, Biden, Sanders y Elizabeth Warren, todos, tendrían que pedir permiso cada día.

¿Para qué quiere salir de la Casa Blanca, señor presidente? ¿No le han explicado que hay un virus muy malo que vino de China y mata a los viejitos que no se cuidan?

Con demasiada frecuencia las tragedias andan coqueteando con la comedia, o peor, con el ridículo.

Por Miguel Clariá