Opinión
03/10/2025 | 11:37 |
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Guillermo Kraisman fue puesto en libertad ayer, con una fianza, sin que se haya establecido cómo funciona esto de los punteros políticos que nombran ñoquis o peor, fantasmas.
Cuando se ejerce el poder demasiado tiempo, se resienten resortes republicanos elementales. No solo en las instituciones, también en la sociedad
Kraisman no es precisamente un perseguido político. Sus dificultades legales más conocidas son el robo en flagrancia de una bondiola en un supermercado y el intento de cobrar un sueldo que no era suyo con un documento falso
Políticamente es mucho más conocido. Puntero de la seccional 12, en nombre y representación de los sucesivos gobiernos del peronismo de Córdoba, ha cumplido con la tarea degradante de "me das el voto y te doy algo, un bolsón, un beneficio, una pensión, un cargo público".
Lo pescaron con un contrato falso, un truco que se presume habitual para quedarse con el dinero de los contribuyentes. En un caso. No sabemos si hay más, lo protegió el silencio de las autoridades de la Unicameral, de su bloque, de sus jefes políticos, de la justicia distraída.
En el barrio lo reciben con banderazo. Ha vuelto el puntero, el influyente, el que tiene los contactos arriba. Ya hay anuncios de que está en campaña, que zafó sin entregar a nadie por lo que, seguro, podrá volver a tener su poder de pequeño patrón del barrio. Lo acaba de decir con precisión su abogado, cuando las autoridades de la Legislatura alegan que no sabían lo que hacia Kraisman le están tomando el pelo a la ciudadanía. Textual
En la seccional reciben a Kraisman con banderazo y celebraciones. Hoy mismo estará en campaña, con muchos esperándolo ansiosos. Si sos amigo del puntero la vida es más fácil. Siempre que uno reciba lo que le den sin preguntar de dónde viene.
En realidad, es injusto que Kraisman haya estado preso solo. Eso, solo. Se mantuvo leal, "la caballerosidad del silencio" en la versión de su abogado, no habló, no batió, cuidó a sus jefes. Los de antes y los de ahora. Los que apuestan a no dar respuestas porque confían en el olvido y la desmemoria, la nuestra, de los ciudadanos de Córdoba.
¿A ningún candidato le dará vergüenza que aparezca acarreando clientes a los actos de campaña?
Bienvenido señor Kraisman, todo vuelve a la normalidad. Era muy injusto que solo usted estuviera en prisión por lo que son prácticas con muchos más responsables. Córdoba sigue siendo un paraíso donde la corrupción no existe, o si existiera, que no se note mucho.
Por Miguel Clariá.